Dentro de este evento, Juan José Lahuerta ilustra cómo Gaudí plasmaba
materiales en formas progresivamente fluidas. El mobiliario realizado por
Gaudí revela su trabajo en una búsqueda formal. Esto se proyecta también en su
trabajo en arquitectura.
Las dos proposiciones muestran cómo la fluidez material es un principio
unificador en los trabajos de Gaudí.
Primero, el mobiliario estudiado por Lahuerta desvela el carácter
experimental del proceso creativo del arquitecto Gaudí.
El mobiliario de la Casa Batlló y el dressing del Palacio Güell revelan
cómo el arquitecto estaba interesado en estudiar la ergonomía y continuidad de
superficies en el soporte del mueble y cómo moldeaba madera valiéndose de una
libertad casi escultórica; este mobiliario tiene un valor probatorio inexorable
en favor de su proposición 1 ya que busca formas fluidas incluso en los objetos
de uso corriente.
Además, su deseo de fluidez es reflejado en su trabajo arquitectónico.
La reforma de la Catedral de Mallorca y la iglesia de Colonia Güell son
obras en donde se hace un tratamiento dinámico del espacio y de la estructura
en donde los elementos se doblan, se ajustaban y se convertían en algoNuevo
como ‘materia viviente’; dichas obras proyectan en el campo constructivo lo
mismo que lleva su lógica en mobiliario y prueban lo anterior citado en
proposición#2.
En conclusión, todos los objetos y obras arquitectónicas de Gaudí comparten
un deseo común de fluidez material.
Como se ponen de relieve en el análisis realizado por Lahuerta, esta
falta de diferenciación en cuanto a escala y funcionalidad es una constante en
los obras de Gaudí y compagina perfecta y completamente con su proposición al
comienzo del trabajo.
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